Sebastián Jüngel: En la invitación al Congreso Mundial de los Maestros se señaló la creciente burocratización en el área de la educación. ¿Cómo se trató este tema durante en el congreso?
Claus-Peter Röh: Nuestra intención fue escoger un aspecto de la vida escolar de los distintos países para mostrar dónde están las escuelas en la actualidad. Dentro de la propia conferencia, la burocratización luego tuvo un papel menor. Sin embargo, en general cada fundación de escuelas nuevas trae consigo el reto de superar una variedad de resistencias. Estas resistencias a su vez hacen crecer la propia voluntad y la auto-confianza. Cualquier resistencia despierta la propia voluntad.
Florian Osswald: Muchas de las conferencias y contribuciones hicieron evidente que no es fácil ser parte de los tiempos actuales. Tenemos que aceptar vivir ahora, en un momento en el que vivimos juntos con nuestros hijos y nosotros. Esto nos obliga a abandonar el deseo de que los tiempos en realidad deberían cambiar y ser hechos de acuerdo con nuestros ideales. Por supuesto, los tiempos no pueden permanecer como son, pero lo importante es crecer superando cualquier resistencia que pueda presentarse.
Tomar la iniciativa atrae ayuda
Jüngel: ¿A qué tipo de resistencias se refiere?
Röh: En primer lugar las resistencias que el ser humano puede experimentar en un sentido «fáustico»: Llevamos muchas resistencias internas en nosotros; al tratar con ellas nos transformamos. Esto sucede en etapas: me enfrento a una determinada situación, comienzo a tener mayor claridad sobre ella en el pensamiento (¿qué es lo esencial, qué es lo menos esencial?), luego actúo (tomo la iniciativa). Así me convierto en un actor, la resistencia parece menos amenazante. Durante la reunión se mencionó la imagen del salmón que nada contra la corriente, pero siempre hacia la fuente.
Nesreen Bawari, ex Ministra de Reconstrucción y Desarrollo en el gobierno regional kurdo en Erbil y cooperadora del gobierno iraquí en Bagdad, nos describió la situación de su país, comentando cuánta voluntad era necesaria para hacer frente a todo tipo de obstáculos, por ejemplo para conseguir el abastecimiento de agua y un mínimo de vida comunitaria – los requisitos básicos para proporcionar servicios de educación. Pero Nesreen Bawari también tuvo la experiencia de que la fuerza de la iniciativa propia provoca ayuda externa inesperada.
Osswald: Esto muestra con total radicalidad que el hombre mismo es el coautor de las situaciones en las que se encuentra. Es importante reconocer que no podemos evitar esta o aquella situación, y que a la vez nosotros mismos somos los que tenemos que dar ciertos pasos. Una vez reconocido esto, es más fácil ver cada escuela en el contexto del tiempo y del lugar específico donde fue construida. En el congreso pude experimentar que la diversidad es algo positivo. La diversidad es enriquecedora para cualquier comunidad en general.
Röh: Esto es conocido como uno de los principios de la antroposofía: Me acerco a una cosa solamente cuando mi pensamiento la mira desde diferentes lados. Durante el congreso, este fenómeno de las diferentes perspectivas se hizo visible en una pieza teatral, ‹Antígone›. En una actuación del grupo Shaar laAdam - Bab Lil'Insan, Yaakov Arnán y Mahmoud Soubach reunieron a 23 alumnos Waldorf árabes y judíos. Cada papel fue ocupado por dos alumnos juntos, resultando en una interpretación ‹judía› y otra ‹árabe›. La tensión entre los diversos orígenes y lenguas facilitó una nueva comprensión del tema.
El arte llama a la acción
Osswald: Hubo muchos grupos de trabajo en los que los temas fueron tratados artísticamente; el arte hace tangible todo lo necesario para realizar una idea. Sin actividad artística no puede haber arte pedagógico. Los comentarios de retroalimentación nos confirmaron que los participantes se sentían animados a ser creadores de la realidad escolar.
Jüngel: ¿Cuál es el significado del valor en este contexto?
Röh: El valor nos permite abandonar los viejos hábitos y desarrollar interés para lo que vive en el otro. Es normal que un maestro introduzca una materia en el primer día de la nueva época de matemáticas, determinando en cierto modo la línea del trabajo que tenemos delante. Cuando a la mañana siguiente toda la clase está reunida de nuevo, se necesita valor para soltar los planes y responder a las necesidades que los jóvenes han traído de la noche.
Crear las bases para la trimembración
Jüngel: Con el lema de ‹compromiso con la vida espiritual libre›, se hace referencia a la trimembración del organismo social …
Osswald: Efectivamente, queríamos traer a la conciencia la tarea de la trimembración del organismo social porque las escuelas Waldorf tienen un compromiso social.
Jüngel: ¿Qué es lo que más impresión les causó durante el congreso?
Röh: Que en un país africano una escuela reúna con toda naturalidad niños de seis o siete etnias y religiones distintas. Aquí el Yo humano aprende a ejercitar la devoción a los demás y a no ser el centro del mundo. También me emocionó que personas de países que se encuentran en conflictos armados pudieran reunirse en paz en el Goetheanum y estar centradas en la causa pedagógica común.
Osswald: Me impresionó que, al tratar un tema determinado, al principio parece que todo el mundo piensa más o menos igual. Pero si se toma más tiempo, se ve que hay una increíble diversidad entre las distintas concepciones.
También se me hizo evidente lo poco que realmente tomamos en consideración las realidades locales. En lugar de orientarse en los métodos de siempre, la pedagogía Waldorf debería intentar darse su propia ‹forma› partiendo de las condiciones locales.
Por último, me quedé impresionado por los diferentes modos de habla y expresión que se pudieron vivenciar: Algunas personas necesitan mucho tiempo hasta llegar al punto. La impaciencia de los oyentes sería contraproductora; no deja espacio para el desarrollo de los pensamientos. Otros hablan con claridad y belleza, otros hacen pausas largas. ¡Cuántas maneras diferentes de hablar!
Röh: Aunque yo no haya entendido un idioma, he conectado bien con los/las hablantes. Para mí fue un ejercicio práctico con respecto a lo que Rudolf Steiner señaló en la conferencia del 15 de abril 1924: «La peculiaridad de una persona se expresa en la forma que usa y modela las palabras. [...] Entendiendo de esta manera interna, nos damos cuenta de cómo actúa la organización del Yo.» (GA 309) En el futuro, vamos a ser menos centrados en nuestro propio Yo, y más en lo que está sucediendo en el espacio y en el Yo ajeno.
Energía - valor - comunidad
Jüngel: ¿Había un hilo conductor?
Osswald: Yo sentí muy presente a Viktor Frankl - y con él la cuestión de la existencia humana.
Röh: Después de haber sobrevivido el campo de concentración y la guerra, su pregunta básica fue: ¿qué es lo que exige el mundo de mí?
Osswald: También profundizamos en el tema de la acción libre. Bodo von Plato nos recordó la frase de Rudolf Steiner: «Amo el hacer.» No se trata del actuar por actuar, sino del amor que podemos poner en nuestras acciones. Cuando nos encontramos solos con nosotros mismos, estamos ante la tarea del auto-desarrollo. En el momento que aparece un Yo ajeno, hace falta valor para hacer algo juntos. Si hay más de dos personas, se enfrentan a la tarea de crear juntos algo nuevo. Con lo cual nos acercamos una vez más al tema del ‹Nosotros›.
Jüngel: ¿Cómo se crea el ‹Nosotros›?
Osswald: El ‹Nosotros› solo puede ser producto de acciones individuales. La diversidad por sí sola todavía no significa que exista el ‹Nosotros›. No es suficiente decir ‹Nosotros los maestros Waldorf›, no basta la pertenencia a un grupo. Si un grupo será capaz de crear una comunidad de ‹Nosotros›, esto es imposible de predecir. Si no prestamos atención y conciencia, rápidamente se forma un Nosotros sin Yoes. Esto sería el fin de la comunidad.
Röh: El nuevo ‹Nosotros› se produce junto con el Yo y con la ayuda del Yo. No es algo que ya está en el mundo como el antiguo ‹Nosotros› grupal.
Osswald: En el nuevo ‹Nosotros›, el Yo tiene su sitio. Esto da orientación. Rudolf Steiner dice: Dentro del desarrollo de la humanidad, mientras uno no se sienta al mismo tiempo como miembro de la humanidad, no tiene el derecho de sentirse como individuo.» (GA 305, conferencia del 29 de agosto 1922) La relación con el ‹Nosotros› es lo que en nuestros tiempos da orientación al Yo.
Röh: El desarrollo no es posible sin el otro; tampoco es posible sin resistencia y sin claridad sobre mi lugar y posición: Se necesita valor tanto para defender la propia identidad como la comunidad, por ejemplo cuando buscamos nuestro lugar en una iniciativa conjunta como un jardín de infancia o una escuela.
Traducido por Michael Kranawetvogl y Gloria Padilla