Uno de los conceptos generales que subyacen en la pedagogía Waldorf es que la educación/enseñanza es un arte. Aunque ciertamente esta idea no es exclusiva de la pedagogía Waldorf, la forma en que se ha integrado en la formación de maestros Waldorf es asimismo única. Aunque los programas de formación de maestros Waldorf varían mucho en contextos nacionales e internacionales, uno de los elementos clave que tienen en común es el papel destacado de diversas formas de práctica artística en el transcurso de la formación tanto inicial como continua.
Este artículo examina las razones y los objetivos que subyacen a la inclusión de materias como la música, la escultura y el lenguaje en los programas de formación de maestros Waldorf. En primer lugar, en un contexto más amplio, se consideran diversas perspectivas y justificaciones para la inclusión de las artes en la formación de maestros fuera de la pedagogía Waldorf. Dados los retos educativos que plantean los déficits sensoriales generalizados en niños y jóvenes, se defiende el potencial de las artes como forma de abordar dichos déficits. Los déficits sensoriales se consideran aquí en relación con la relevancia de diversas formas de medios digitales en la vida de los niños y los jóvenes. Al examinar tanto los argumentos a favor de los cursos basados en las artes en la formación de maestros como los retos pedagógicos de nuestro tiempo, propongo una conceptualización de la inclusión de las artes en la formación de maestros que está vinculada a la noción de estética, derivada del término griego antiguo aísthesis, entendido aquí como percepción sensorial como base primaria de la experiencia estética. La combinación de cursos de ciencias con prácticas basadas en las artes en la formación de maestros se considera una base fructífera para que los maestros puedan hacer frente a estos retos pedagógicos.
Palabras clave: Formación de maestros Waldorf, formación de maestros artística, enseñanza como arte, arte de la educación, déficits sensoriales, educación estética, estética