A lo largo de los últimos doce años he cursado mis estudios en la escuela Rudolf Steiner de Ittigen, Suiza. He tenido todo tipo de asignaturas y también he aprendido algunas lenguas extranjeras. He aprendido alemán, historia, arte y ciencias. En clase de alemán, trabajamos gramática y literatura universal. Aprendimos sobre la gente que había escrito los libros más importantes, como William Shakespeare y Goethe.
En historia, nos hablaron de Julio César, los valientes soldados romanos y Napoleón. Aprendimos cómo los reyes conquistaban países, y cómo Hitler y Stalin hicieron un pacto que cambió el mundo. En historia del arte descubrimos pintores excepcionales como Da Vinci, Miguel Ángel y Van Gogh. En el mundo de la música fueron Mozart, Schubert y Elvis Presley quienes influyeron en la historia y la sociedad.
En clase de física, el profesor escribía fórmulas en la pizarra que yo tenía que memorizar porque han supuesto un avance para la sociedad, incluso para llegar hasta la luna. Obviamente, en clase todo el mundo conocía ya a físicos célebres como Albert Einstein y Stephen Hawking. En química, nos listaron los elementos que configuran el mundo. Un químico muy inteligente llamado Alfred Nobel había inventado la dinamita, que también cambió el mundo, pero no precisamente a mejor. Cuando salía del colegio, leía en el periódico que Obama y Putin se habían reunido y que Rodrigo Duterte había sido elegido nuevo presidente en Filipinas. Al llegar a casa, pasaba por delante del televisor y veía imágenes del parlamento inglés en Londres donde cientos de hombres trajeados debatían sobre cuestiones importantes.
¿No falta algo?
¡Es increíble! ¿Por qué en mi artículo, bastante normal y fácil de entender, no hay ni una sola mujer? ¿Se habían ustedes percatado? ¿También las mujeres han cambiado el mundo o se quedaron en casa? He aquí exactamente la pregunta que me hice cuando me dieron cierta hoja en clase de química. Me dijeron que aquellos eran los químicos más importantes del mundo. Sólo vi pelo corto y barbas. ¿Acaso no hay mujeres que hicieron cosas inteligentes y valientes? ¡Por supuesto que sí! ¿Por qué no están en mi cabeza ni en el pensamiento de la sociedad? ¿Por qué sólo un número muy reducido de personas creen que mi artículo tiene un comienzo extraño? Pues porque es bastante normal. Estamos acostumbrados al hecho de que un hombre gane una carrera de Fórmula 1 y una mujer le acerque el champán. Ya va siendo hora de dar a las mujeres un lugar en la historia, una historia a la que también ellas han contribuido.
Las mujeres han llevado a cabo investigaciones y realizado descubrimientos e inventos como los hombres. Cosas cotidianas, como los predecesores del WiFi o el Bluetooth, sistemas de calefacción, la nevera, las cámaras de seguridad, la píldora anticonceptiva y la primera jeringuilla médica fueron inventadas por mujeres. Igualmente, los botes salvavidas, las salidas de emergencia, el juego del Monopoly y la cerveza fueron ideados por mujeres.
Como es de suponer, durante mi investigación me encontré a menudo con el término “feminismo”. Muchas veces se confunde erróneamente con un movimiento que persigue asignar a las mujeres una posición superior a la de los hombres. Sin embargo, en la definición del término feminismo no se menciona el género al que hay que pertenecer. Una persona feminista es aquella que cree en la igualdad social, económica y política de los sexos.
Las diferencias entre hombres y mujeres son naturales y hay que respetarlas, pero todo el mundo debiera tener las mismas oportunidades y derechos. Sería lo más natural tratar a cada ser humano del mismo modo, pero la historia nos muestra lo contrario.
A menudo la gente se siente atacada cuando se habla de feminismo, y se protegen con chistes o evitando un debate más profundo y honesto. Lo que oigo muchas veces es “Las mujeres pueden votar, trabajar, conducir. Todo va bien, Jannah; sólo estás enfadada o anticuada”.
Sin embargo, estoy convencida de que todo no va bien y desde luego yo no estoy anticuada. Alguien me dijo: “Vivimos en Suiza, aquí el feminismo no es necesario”.
No obstante, el mundo va más allá de Suiza y los problemas no desaparecen si no los miras de cerca.
El feminismo es necesario porque…
- En todo el planeta, las mujeres de entre 15 y 44 años tienen más posibilidades de ser violadas o agredidas sexualmente que de sufrir una guerra, malaria, accidentes de tráfico o un cáncer.
- En el año 2013, 300.000 mujeres murieron por motivos religiosos al nacer.
- 2 millones de recién nacidas son asesinadas anualmente, sólo por ser niñas.
- Sólo 40 países, de un total de 195, han conseguido el objetivo marcado por las Naciones Unidas de que el 30% de los puestos líderes sean ocupados por mujeres. El objetivo no llegó ni al 50%, e incluso así muy pocos lo consiguieron.
- Sólo el 22% de la clase política mundial son mujeres y cobran un 19% menos que sus colegas hombres por el mismo trabajo.
- Por cada diez ingenieros hay una mujer.
- Por cada diez arquitectos hay dos mujeres.
- De cada diez artículos centrales publicados, dos han sido escritos por mujeres.
- De las 250 películas que ganan algún premio anualmente en el Reino Unido, 12 han sido dirigidas por mujeres.
- De los 2300 cuadros de la National Gallery de Londres, 10 han sido pintados por mujeres.
- Una mujer que sirve en la guerra de Irak tiene más riesgo de ser violada por un camarada que de que la mate un enemigo.
- Cada semana dos mujeres son asesinadas por su pareja o expareja en el Reino Unido.
- Alrededor del mundo la policía recibe unas 250 llamadas cada minuto por violencia contra las mujeres.
La igualdad de derechos no acaba ahí porque también afecta a los hombres.
Los hombres tienen el doble de posibilidades de sufrir una depresión en el trabajo que las mujeres, y casi todos los suicidios relacionados con el trabajo son de hombres. Hay el doble de sin techo hombres que mujeres. A los hombres se les condena a más años de cárcel que a las mujeres por el mismo delito. En la vida diaria, los hombres también son víctimas de violencia doméstica, pero el 99% de los centros de acogida son para mujeres.
El mundo ha avanzado mucho y sin embargo está trágicamente atrasado. Estas cifras tan preocupantes indican que queda un largo camino por recorrer. Esta es la razón por la cual hoy les pido que sean conscientes de este problema en su vida diaria y que le pongan remedio. Y éste es el mensaje que hago llegar a todo el profesorado: por favor, asegúrense de que hablan de las mujeres como investigadoras, científicas, exploradoras, escritoras y artistas para que las niñas de sus escuelas puedan pegar fotos de referentes femeninos en sus cuadernos de clase para cada asignatura.
Traducido por Montserrat Babí
Jannah Smith nació en 2001. Vive en Berna, ha hecho toda su escolarización en la escuela Waldorf de Ittigen y juega al rugby con las Red Zones de Berna.