Por favor, Kate, ¡preséntate!
Hace siete años, cuando trabajaba como orientadora de alumnos de secundaria y primaria en un colegio católico de Iloilo, me asaltó la pregunta: ¿Qué es el amor verdadero? La pregunta no me dejaba en paz y me inquietaba. Al final me llevó a un seminario de tres semanas en el que conocí a personas vinculadas a las escuelas Waldorf de aquí, Filipinas. Todas mis preguntas iniciales encontraron respuesta a través y con los niños. Es educando el conjunto de su ser que se puede alcanzar el amor, la verdad y la libertad. Dejé mi trabajo, decidí no convertirme en monja y anuncié a mi familia que, les gustase o no, iba a poner en marcha una escuela Waldorf en Davao con una amiga.
¿Cuáles son tus retos personales?
Vivir en un lugar nuevo, aprender un nuevo idioma y vivir con mis propios medios no resultó fácil. Empezamos de cero: sin padres, sin alumnos, sin edificio, sin dinero, sin profesores ni suficientes conocimientos de la Pedagogía Waldorf. Los primeros dos años no tuvimos ni sueldo. En nuestro primer año simplemente intentamos hacer realidad nuestro sueño: una escuela Waldorf. La escuela abrió en junio de 2012. Empezamos con 12 niños y ahora tenemos 33: 21 en el jardín de infancia, 6 en la primera clase y 6 en la segunda.
¿Qué tiene de especial vuestra escuela?
Sobre todo y ante todo es una escuela Steiner/Waldorf, algo poco usual en Filipinas. Además, incorporamos e integramos la práctica ecológica como nuestro objetivo: desde el diseño hasta la gestión de los residuos, pasando por la construcción del centro y, por supuesto, el currículo. También somos una comunidad escolar que gestionan en pie de igualdad padres y maestros. Es accesible a todos los niños sin tener en cuenta su raza, religión y, sobre todo, el nivel socio-económico. Así pues, tenemos unas “tasas escolares sociales”. Los padres con mayores ingresos pagan más y los padres con salarios inferiores son aceptados y pueden ofrecerse a trabajar como voluntarios para pagar con distintos servicios: jardinería, carpintería, cocina o limpieza. Trabajamos juntos, lo pasamos bien juntos, aprendemos los unos de los otros y nos apoyamos. Estos son los valores y los comportamientos que los niños ven e imitan. Resulta saludable para ellos crecer en este tipo de espíritu donde la gente se apoya y ¡hace que las cosas sean posibles! Como escuela, valoramos la construcción de la comunidad tanto como la construcción del currículo.
¿Qué retos tiene que afrontar vuestra escuela?
Al ser una escuela gestionada por padres y maestros, ha vivido un proceso de muchas transiciones. Ha pasado por la gestión de las dos fundadoras (mi amiga y yo), por la implicación del profesorado hasta la incorporación de los padres en nuestro tercer año, lo que ha sido un gran reto y a la vez una de las partes más liberadoras del trabajo. Ha sido una fuente de crecimiento tremendo para la iniciativa y para cada uno como individuo.
¿Qué te ha enseñado la docencia?
Nunca hubiera imaginado que mi pregunta sobre el amor me llevaría tan lejos. Y sí, me hago más preguntas que me llevan a diferentes ámbitos de la vida, por ejemplo, al dominio de uno mismo y a la transformación humana y su papel en la educación y la transformación social. Documento a diario las observaciones sobre los niños y mi propio viaje personal. Pretendo hacer un estudio longitudinal de los niños de mi clase y mi propio viaje personal para ver patrones de comportamiento y posibilidades, dadas ciertas condiciones y circunstancias. Me pregunto a mí misma cómo es posible la comunidad hoy en día. ¿En qué medida son la voluntad, las sensaciones y el pensamiento responsables del desarrollo del amor, la verdad y la libertad?
¿Qué significa la obra de Steiner en tu vida?
De hecho, no me parece extraña o remota. ¡Afirma tantas cosas sobre mis propias preguntas! En este contexto, en seguida me identifico con su concepto de “arquetipos” y sabiduría humana. Cada vez que leo sus libros, mi pregunta siempre es cuál es el equivalente en nuestro contexto filipino. No he leído toda su obra y debo admitir que sus ideas acerca de los ángeles, arcángeles y las distintas criaturas aún son algo que me asombra, pero disfruto con la certidumbre de sus palabras y sabiduría. Otro aspecto de su obra del cual estoy enamorada es el concepto del desarrollo del “ser total: cabeza, corazón y manos”. Parece sencillo pero cada vez que leo fragmentos de esto, mi mente no puede dejar de metamorfosearse en distintos aspectos de la vida. ¡Me inspira tanto para el dominio espiritual de uno mismo, una posibilidad del ser humano de alcanzar la certidumbre y la sabiduría!
¡Muchas gracias por la entrevista!
* Iloilo - es una pequeña ciudad de la isla de Panay, Visayas.
*Davao - es la ciudad más grande de Filipinas y se encuentra en la isla de Mindanao.
Sobre la autora y Tuburan
Katherine Estember y Maya Flaminda Vandenbroeck, las impulsoras del Instituto Tuburan, son educadoras y profesoras de secundaria que dejaron sus trabajos por su deseo de incorporar una mejor y más enriquecedora forma de enseñar y aprender. En 2011, juntaron sus ahorros y las donaciones de familiares y amigos y en 2012 abrieron en Davao el Tuburan Institute, una institución educativa no convencional y sin ánimo de lucro arraigada a la comunidad. Tuburan significa “manantial” en Cebuano, una de las lenguas de Filipinas, y refleja la esperanza de convertirse en un manantial para los doce años de un currículo (inspirado en Steiner Waldorf) independiente y arraigado a la comunidad.
Maya y Kate tienen un Máster en Magisterio de Lengua Inglesa y Literatura del Ateneo de la Universidad de Manila y un Máster en Educación y Orientación y Asesoramiento de la Universidad de Filipinas respectivamente. Tras algunos años formando a estudiantes universitarios, se enamoraron de la pedagogía Steiner Waldorf y decidieron abrir la primera clase del jardín de infancia del Tuburan Institute. Tardaron un año en preparar la apertura de la escuela: visitaron las 6 escuelas y jardines de infancia Steiner Waldorf más importantes del país, se formaron en los fundamentos de la educación, pedagogía y currículo Waldorf y buscaron el apoyo de voluntarios. El eco pueblo “The Blissful Wellness Institute” invitó a Maya y Kate a usar sus instalaciones sin pagar alquiler durante dos años. Se hizo una colecta para reconvertir en aula un espacio de una antigua imprenta, para construir un patio y aseos, y una valla para el recinto escolar. La comunidad Tuburan ha ido expandiéndose de forma sostenida y ahora cuenta con una junta de patronos dinámicos y padres activos que han ido asistiendo a seminarios y talleres con mentores visitantes del Movimento Internacional Waldorf. Ahora, Tuburan se halla en un nuevo terreno escolar en una hectárea de tierra llena de frutales y árboles vigorosos, procedente de una donación. Actualmente, están construyendo las salas de administración, el jardín de infancia y las aulas de la primera y segunda clase. Las obras se financian exclusivamente con donaciones.