La polaridad de la cabeza y las extremidades, la constitución femenina y la masculina
El punto de partida de este artículo es el simple hecho que los trastornos de déficit de atención con una falta de control del impulso y el comportamiento hiperactivo son mucho más comunes en niños que en niñas: en la pubertad, la proporción es de aproximadamente 4:1 según el estudio de salud infantil KiGGS (K) (1). Es un dato que respaldan otros estudios. Mientras que en la psiquiatría infantil y de la adolescencia domina el punto de vista neurobiológico y farmacológico en la investigación del TDAH; en la medicina y la pedagogía antroposófica empezamos fijándonos en el organismo humano en su conjunto.
Si queremos aproximarnos a la cuestión de cómo podemos entender las diferencias de género (en concreto en el comportamiento hiperactivo y socialmente inadecuado) tomando en consideración el conjunto del ser humano, hay un comentario de Rudolf Steiner que resulta especialmente útil. En la décima conferencia de su curso introductorio para maestros de la primera Escuela Waldorf, Los fundamentos de la Experiencia Humana (también traducido como El Estudio del Hombre), Steiner describe la polaridad de la esfera y el radio: la relación de la cabeza con las cuatro extremidades (2). La naturaleza esférica, centrada hacia el interior de la cabeza humana difiere radicalmente del cráneo animal típico, con la «frente retraída», su protuberante hocico (u otro tipo de apertura bucal) a modo de extremidad orientado horizontalmente y el cráneo; en cambio, el cráneo humano se aproxima más al ideal de una esfera autocontenida que reposa sobre un tronco. Dentro, el cerebro flota casi ingrávido en el fluido cefalorraquídeo a causa del principio de Arquímedes de flotación. Es en el seno de este órgano donde se busca hoy día la causa del déficit de atención y la hiperactividad. La forma esférica de la cabeza está en un contraste polar con las extremidades radiales, cuyo «centro» se halla en la periferia fundamental, una esfera infinitamente grande, que tiene por lo tanto una orientación opuesta a la que está orientada hacia dentro, la forma esférica de la cabeza. En consecuencia, el diseño de las extremidades difieren completamente del de la cabeza: «Si nos fijamos en las extremidades unidas al cuerpo, en la naturaleza real de las extremidades humanas, encontrarás su esencia en la cobertura de los músculos y los vasos sanguíneos». (3)
Desde un punto de vista de la medicina antroposófica, es de un reduccionismo injustificable considerar la hiperactividad estudiando únicamente el sistema nervioso como causa de una necesidad excesiva al movimiento al tiempo que se ignoran las extremidades como órganos conductuales primarios del movimiento. Lo que hay que tener en cuenta es más bien la tensión y posiblemente el equilibrio desplazado de fuerzas entre la cabeza y las extremidades.
El desarrollo de la cabeza desempeña un papel fundamental en el periodo embrionario humano en el útero, en el espacio flotante de fluido amniótico. Además del sistema nervioso también el tejido conectivo, los huesos, los dientes y la musculatura de la cabeza son el «origen neurogénico» y emerge de la cresta neural (4). La cabeza y su órgano central, el cerebro, normalmente son el órgano que corre más peligro al nacer. La mayor parte de los trastornos neurosensoriales que pueden impedir permanentemente la función del sistema nervioso se producen en el periodo perinatal, especialmente en niños prematuros y muy prematuros (5). A diferencia de los primates, el cerebro humano continua creciendo tras el nacimiento y hasta los siete años y triplica su peso el primer año de vida; a esa edad [en el primer año de vida] aun supone aproximadamente un 14% del peso corporal y en reposo requiere para sí más del 50% del azúcar sanguíneo. El cerebro sigue madurando hasta los 20 años (mielinización, un desarrollo continuado de las redes neurales que dependen de la impresiones sensoriales, la actividad física, los procesos de aprendizaje y las experiencias de relaciones mentales) (6). Las partes del cerebro filogenéticamente más viejas y las áreas del sistema límbico que están conectados con el cuerpo y el alma y la vida emocional maduran primero, en general, antes de los nueve años. El córtex prefrontal, la parte del lóbulo frontal detrás de la frente que solo se desarrolla en humanos, solo funciona completamente a partir de los tres años. La existencia de la excepcional habilidad por la que una persona puede intervenir mentalmente en sus propias acciones corporales e inhibir sus propios impulsos y acciones reflejas se debe a esta área del sistema nervioso central.
Ello contrasta con el desarrollo de las extremidades. Las extremidades de los humanos se desarrollan especialmente en la segunda mitad de la infancia (mientras que en los animales la cabeza y las extremidades se desarrollan más en paralelo); los órganos sexuales y ciertas funciones metabólicas como la digestión de la grasa maduran en este mismo momento. La forma de las extremidades humanas permiten la libertad de acción humana (7) y con ello la capacidad de inoportunos actos «malos». Está en las manos de todo ser humano controlarse a sí mismo internamente o dejar sus impulsos al libre albedrío.
Se ha calculado, y no resulta sorprendente, que en los Estados Unidos el alumno más pequeño de una clase tiene el doble de posibilidades que se le recete metilfenidato (Ritalin) entre los 10 y 14 años que el mayor de la clase (8). Debido a su constitución, las niñas y mujeres tienen más capacidad de inhibir, de controlar distintos impulsos y de mantener las extremidades bajo control. Esta desventaja relacionada con el TDAH en los niños más pequeños de la clase parece no producirse en una medida similar cuando, como es el caso de Escandinavia, se empieza la escuela a los siete años.
El cerebro está psicológicamente en estado de reposo mientras las extremidades están en movimiento así como el corazón. Los estimulantes que refuerzan los impulsos inhibidores del cerebro no pueden evitar inhibir la impulsividad y la actividad de las extremidades y tampoco los efectos secundarios en el corazón (incluyendo arritmias ventriculares). En la medicina antroposófica, los medicamentos que tienen un efecto en el corazón, especialmente los que tienen componentes como Aurum/Hyoscyamus que ayudan a evitar que el ritmo del corazón se vea desbordado por el metabolismo, tienen un efecto positivo en niños con vitalidad constitucional en las extremidades. Los psiquiatras infantiles y de adolescencia Uwe Mommsen y Arne Schmidt hace tiempo que vienen subrayándolo en conferencias de especialistas. En medicina antroposófica, Aurum es una sustancia que tiene una importancia especial para niños con TDAH; representa el sol y también el elemento masculino (del mismo modo que la plata y el cobre representan el femenino).
La interacción padre, madre e hijo
Estadísticamente, los niños que crecen con sus padres tienen un riesgo un 50% inferior de padecer TDAH. En familias muy pobres, el riesgo de TDAH se triplica; en las muy ricas, se duplica. Además, [la investigación pone de manifiesto que] existen aspectos sociales y religiosos: un niño que ha crecido en una familia monoparental, en una familia acomodada, que va a una escuela pública estatal en los Estados Unidos tiene 58 veces más riesgo de que se le diagnostique TDAH que una niña que va a una escuela católica cuyos padres viven juntos y tienen un salario medio (9).
El estrés tóxico en la infancia temprana
En la investigación en infancia temprana, la dimensión del «estrés» desempeña un papel fundamental ya en el desarrollo prenatal del bebé. En el propio feto, el nivel de cortisol debería mantenerse bajo hasta justo antes del nacimiento para que los procesos de crecimiento se produzcan sin alternaciones; el 75% del cortisol en el feto es de la madre. Un estrés continuado y elevado en una mujer embarazada puede conllevar un nivel elevado de cortisol en el feto y que, en consecuencia, por ejemplo se impida el desarrollo de la parte frontal del cerebro.
No todo el estrés o desafío tiene un efecto duradero destructivo o incluso tóxico. Un estrés tolerable es el que es positivo si el niño lo experimenta en presencia de una o más personas de confianza. De esta forma se puede equilibrar la tensión astral. Lo importante es el momento del contacto físico, esta forma de contacto va «penetrando», un término que actualmente ya es estándar en la literatura.
El estrés tóxico se caracteriza en primer lugar por la ausencia de adultos con quien confiar y que estén atentos a los pequeños: en caso de adversidad, la ausencia de esta figura de confianza supone un grave problema y estresa al niño. Se trata de un aspecto decisivo en el estrés tóxico. Según los conocimientos científicos actuales,
- el abandono infantil
- la depresión materna, y, en menor grado, del padre
- el abuso de sustancias tóxicas por parte de los padres
- el abuso sexual
a menudo causan estrés tóxico (10).
En caso de estrés tóxico en la infancia temprana, se da un nivel elevado de hormonas del estrés en la sangre que se puede detectar incluso hasta los 18 años, en gran medida independientemente de las condiciones de estrés que entonces sean prevalentes. En este caso, la regulación del estrés está sistemáticamente alterada y la reacción de la persona afecta muchas veces no se adapta bien y es disfuncional. Por ejemplo, un estudio reciente (11), que encaja con otros hallazgos, sugiere que la «arquitectura cerebral» puede verse permanentemente afectada por el estrés tóxico en la infancia temprana en función de los niveles adrenales de la hormona del estrés.
Un nuevo paradigma para la pediatría
En 2012, la American Academy of Pediatrics anunció un cambio de paradigma basado en una publicación clave de Jack Shonkoff, director del Center for the Developing Child de la Universidad de Harvard (12). El trabajo de Shonkoff reformula el papel del pediatra (que en el siglo XX fundamentalmente se dedicaba a combatir enfermedades infecciosas). Hoy día, en primer lugar debe asegurarse de que todos los niños y todas las niñas se desarrollan en el seno de una red social fiable lo que se refleja en el buen desarrollo del sistema nervioso central y en el cual se le proporciona la calidez y el apoyo para protegerlo o protegerla de un despertar prematuro del miedo y el estrés y de un proceso concomitante, precoz e independiente de degradación corporal. Al convertir este paradigma en un elemento rector de la pediatría estadounidense, se reconocen y se confirman las inquietudes principales de Rudolf Steiner, en concreto, la importancia de la formación de los órganos en la infancia temprana, y especialmente, que los trastornos de aprendizaje, de comportamiento social y el desarrollo de la salud comparten el mismo origen y que la enfermedades crónicas de la edad adulta a menudo tienen sus raíces en trastornos infantiles. Por parte de la medicina antroposófica, deberíamos aprovechar activamente este momento para
- ampliar el concepto de shock, que desde sus inicios ha tenido una importancia capital en la medicina antroposófica (13), una cuestión de la presencia del ego por un lado y el shock tóxico crónico y recurrente por el otro;
- centrarse más en el papel fundamental del sistema suprarrenal en la formación y el funcionamiento del sistema nervioso central. Steiner se refirió a sus conexiones con el eje HHS [hipotalámico-hipofisario-suprarrenal];
- comprender y abordar la importancia del apoyo y el afecto en la triada padre-madre-hijo y su importancia fundamental para la experiencia del estrés en el niño, incluyendo la efectividad diferenciada de la cabeza y las extremidades en el sentido de una comprensión holística y de tres dimensiones del ser humano como se ha descrito anteriormente.
Consecuencias para la pedagogía
«En cualquier caso, aprenderemos mucho sobre cómo aliviar la falta de capacidad intelectual del niño si nos fijamos en los padres a quienes el niño ha imitado hasta el momento del cambio de dentición. Si lo hacemos así, además de encontrar una explicación teórica, también hallaremos propuestas sobre qué hacer al respecto. La vida emocional desempeña un papel importante en los niños en edad escolar. Lo es incluso en la moral en la medida en que recibe el bien solamente a través de la empatía por lo bueno en el docente. La vida emotiva del niño pasa a ser transparente cuando a través de sus sentimientos podemos ver la forma particular de sentir la vida de sus padres. Eso se puede aplicar igualmente a la vida de la voluntad» […] «No obstante, si sabemos que las cosas y los seres tienen sus orígenes, si nos fijamos en la fuenta en vez de en algo abstracto, entonces debemos tomar en consideración a los padres y el hogar del niño». Las charlas de tarde que organiza la Escuela Waldorf sirven para crear un vínculo entre escuela y familia. Lo que hacemos en estas sesiones tiene por objetivo que los padres vean la actitud y el espíritu del claustro.» (14)
No hay duda de que el comportamiento de los niños es también un reflejo de quienes les enseñan, dándoles apoyo, afecto y la oportunidad de acuerdo de realizar actividades autoefectivas e interiores adecuadas para su edad. Para los adultos que precisen de gestionar su propio estrés, que estén experimentando relaciones frágiles, dificultades económicas y un amplio abanico de expectativas que suponen una carga (incluyendo la gestión diaria de las comunicaciones electrónicas) estas consideraciones suponen, en primera instancia, un «aumento de la presión» más que una ayuda.
El libro de referencia Textbook of Pediatrics (2003) de Nelson define el TDAH como un complejo de síntomas predominante que se da en distintos contextos y que tiene un efecto disruptivo «[en] la habilidad del sujeto de actuar en circunstancias normales». Con una definición análoga a la de una empresa industrial, los diagnósticos en pediatría infantil y de adolescentes más frecuentes en el mundo occidental se presentan aquí como «normal, actuar bajo circunstancias normales». ¿Qué son «circunstancias normales»?
Hace dos años, fui invitado una mañana a una clase de tercero de la Escuela Waldorf en el oeste de Múnich donde desde sus inicios se implementando el concepto de «clase móvil» de forma competente o. Pude experimentarlo hasta el punto que apenas pude detectar en una clase de 37 niños y niñas, incluyendo los diagnosticados con hiperactividad y trastornos de atención (especialmente porque puede compararlo con una clase de tercero que había visitado hacía poco con un maestro excelente en un entorno convencional). Los alumnos recompusieron el aula varias veces, equilibrándose primero en la viga de equilibro, apoyándose los unos en los otros, y acompañando la lección con una actividad con las extremidades significativa. En el curso de dos clases, hacia cuyo el final la maestra escribió en la pizarra durante unos minutos, no hubo que llamarles la atención ni una sola vez.
En mi experiencia, el efecto más fuerte en la concentración y la atención es la música (15). En varios estudios, a veces se ha investigado a nivel académico, se ha demostrado que la música es la fuerza más fuerte contra zonas de violencia sin sentido y dañina, tal vez donde se ha mostrado con mayor fuerza es en el proyecto «El sistema» en Caracas, que empezó en 1975. La experiencia muestra que los niños que aprenden y realmente practican un instrumento y que participan en un coro y/o una orquesta se benefician más en términos de atención y control del impulso que mediante cualquier otra forma de actividad o terapia. La eficacia de la música ya se ha demostrado en bebés prematuros y recién nacidos con musicoterapia pasiva.
Traducido por Mercè Amat
Georg Soldner, nacido en 1958, es un pediatra de Múnich. Tras los ocho años de formación clínica en Múnich en clínicas pediátricas, incluyendo tres años en medicina intensiva y tres años en la consulta externa especial de tratamiento naturopráctico en la clínica pediátrica TU de Múnich. Ha centrado su trabajo como médico generalista a los niños con enfermedades crónicas. Junto con el Dr. Hermann Michael Stellmann, Georg Soldner ha publicado el libro Individual Paediatrics (Wissenschaftliche Verlagsgesellschaft Stuttgart) y con el Dr. Jan Vagedes, ha escrito la guía para padres Libro de la salud infantil [Das Kinder Gesundheitsbuch] (GU-Verlag). Georg Soldner es el jefe de la Academia de Medicina Antroposófica de la Sociedad de Médicos Antroposóficos en Alemania (GAÄD) y subdirector de la Sección médica del Goetheanum.
Biografía
(1) Huss et al: KiGGS (Estudio sobre la salud de los niños y los adolescentes en Alemania) 2008.
(2) Todo lector del presente artículo debería (re)leer GA 293, Los fundamentos de la Experiencia Humana, especialmentela 10ª conferencia, a modo de antecedente de las observaciones siguientes. En esta lectura, la relación de las extremidades humanas con la mente, el alma y el cuerpo se desarrolla de forma impresionante. También es importante para este artículo leer la decimotercera conferencia de la misma obra en la que se elabora la importancia del movimiento significativo y dirigido conscientemente para el desarrollo del niño y el control de sus extremidades.
(3) Rudolf Steiner Edición completa, Dornach/ Suiza, GA 293, 9ª edición 1992, 149.
(4) Rohen, J.W.: Morphology of the human organism, Verlag Freies Geistesleben, Stuttgart 2000.
(5) La interacción del sistema nervioso y las extremidades y también la interacción del alma entre madre e hijo se muestra de una forma psicológicamente desastrosa con el nacimiento del posteriormente emperador alemán Guillermo II. La madre de Guillermo jamás superó la parálisis del brazo izquierdo de su primer hijo y el Emperador estuvo sujeto a innumerables y brutales intentos de paliar este defecto y convertirse en un «auténtico hombre».
(6) Fuchs, T.: The brain - a relational organ. Kohlhammer, Stuttgart 2008.
(7) Rohen, J., l.c., 76f., And Verhulst, J.: The First-born, Verlag Freies Geistesleben Stuttgart, 1ª edición. Stuttgart 1999.
(8) Elder, T.: The Importance of Relative Standards in ADHD Diagnostics: Evidence.
(9) Schneider H., Heisenberg D.: Who receives a diagnosis of attention deficit / hyperactivity disorder in the US elementary school population? Pediatrics 2006,117.
(10) Friedmann, H.: The Long-Life-Formula, Beltz-Verlag 2012.
(11) Burghy et al: Developmental pathways to amygdala prefrontal function, Nature Neuroscience 15, 2012.
(12) Shonkoff et al: The Lifelong Effects of Early Childhood Adverse and Toxic Stress, Pediatrics 129, 2012.
(13) Véanse las observaciones de R. Steiner's sobre la génesis del asma bronquial en R. Steiner, Fisiología y terapia fundamentadas en la ciencia espiritual., GA 314, 3a ed. Dornach 1989, 203f. Asimismo, véase con detalle Soldner G., Stellmann H.M., Individual Pediatrics, Scientific Publishing Company Stuttgart, 4ª edición, 2011, 529-543.
(14) Rudolf Steiner, Rudolf Steiner en la Escuela Waldorf, Edición Edition, Dornach / Switzerland GA 298, 218.
(15) Bastian, H.G., Stimulate children optimally – with music, Schott Mainz, 3ª edición 2003.
Este artículo ofrece una presentación extensa de la conferencia que el autor impartió el 26 de octubre de 2014 en el Goetheanum/Dornach en el contexto de una formación antroposófica médica para la facultad de medicina, de pediatría y psiquiatras infantiles y de adolescentes sobre los trastornos de atención. Faltan las imágenes. Se publicó por primera vez en Medizinisch Pädagogische Konferenz número 73, de mayo de 2015, abreviado por Katharina Stemann