En primer lugar, repartimos a los alumnos una hoja con una serie de tareas que tienen que resolver individualmente. Les pedimos que anoten en el cuaderno que llamaremos “diario de aprendizaje” todos los pasos e ideas que les surjan durante el proceso. Estos diarios se entregan al profesor, que seleccionará las aportaciones más notables para debatirlas en clase (“lista de aportaciones”).
“Ésta es la idea del ‘aprendizaje dialógico’: surge siempre que se utilizan los textos de los alumnos como punto de partida para seguir avanzando en lecciones posteriores.”
El autor ilustra su método con el ejemplo de una alumna suya que fue capaz de generar una idea básica de la técnica para completar las tareas de la hoja. A partir de esa idea, la alumna desarrolló la fórmula general para resolver cualquier ecuación de segundo grado.
El artículo, que se puede descargar aquí, suscitará el interés de todos aquellos profesores que quieran probar nuevos métodos en la línea del aprendizaje dialógico. Estamos convencidos de que el método de trabajo con diarios de aprendizaje y listas de aportaciones se puede adaptar a otros temas en un gran abanico de asignaturas.
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Traducido por Montserrat Babí
Foro de Matemáticas: <link internal-link el enlace interno en la ventana>aquí