Una variedad de perspectivas
Las diferencias entre sexos y las cuestiones de género todavía son relevantes, tanto en términos biológicos como en términos de comportamiento social y comprensión cultural. Si profundizamos en el mundo de la literatura y si hablamos con hombres y mujeres de continentes distintos, nos damos cuenta de que la gente tiene perspectivas dispares sobre estos temas. Las relaciones entre las personas de ambos sexos, la forma en la que los hombres y mujeres se tratan y se comunican, y las realidades de la vida diaria en diferentes sociedades son muy diversas y se viven de formas muy variadas. Por lo tanto, las preguntas que surgen tal vez tengan que contestarse de manera distinta en cada situación.
Un primer encuentro
Nuestras reuniones se dieron en un clima de apertura. Todo el mundo tuvo la oportunidad de hacer aportaciones a los debates y de escuchar las perspectivas de otras personas. Sin embargo, muy pronto se vio lo difícil que es discutir este tipo de asuntos entre hombres y mujeres, incluso si ambas partes son abiertas y están bien informadas, porque sigue siendo tremendamente difícil imaginar cómo puede sentirse en una situación determinada una persona del sexo opuesto. A pesar de que no logramos profundizar mucho en estos temas, tuvimos un buen comienzo. Surgieron preguntas en las que tendremos que trabajar. Al menos empezamos a trabajar en un tema que pocas veces sale a la luz, pero que en cualquier caso influye en nuestras relaciones y en nuestro trabajo de forma subconsciente.
Compartid vuestro de vista con nosotros
Puede que este trabajo haya cambiado de una forma u otra a los participantes del coloquio y puede que algunos aspectos que se trataron lleguen a sus escuelas. Sin embargo, estamos convencidos de que esto solo fue un comienzo. Nos gustaría compartir nuestras ideas y preguntas con más gente. Nos gustaría preguntaros a VOSOTROS que estáis ahí afuera, en el mundo, cómo vivís y tratáis estos temas en vuestras escuelas o instituciones, en otros países, en otros continentes. ¿Creéis que hay que tratar en vuestras escuelas alguna cuestión de género urgentemente?
Hacemos estas preguntas con la esperanza de que al hacer un intercambio de percepciones y al aprender unos de otros podamos abrir nuestros propios horizontes. Esperamos que esto sea una aportación para el entendimiento mutuo dentro de las escuelas Waldorf al ser un paso hacia un cambio cultural más amplio. Incluso en situaciones muy diferentes, este tipo de intercambio puede ayudar a que nos acerquemos a nuestras propias preguntas desde otra perspectiva.
“Entrar en un diálogo verdadero” significa que tenemos que hablar los unos con los otros en lugar de hablar los unos de los otros: los hombres con las mujeres, los mayores con los jóvenes, el norte con el sur y el este con el oeste. Significa encontrar un idioma común con el que podamos hablarnos de nuestras vivencias y describir situaciones sin juzgarlas, un idioma que no solo sabe de respuestas, sino que también quiere formular preguntas para saber lo que piensa el otro, un idioma que respete las diferencias y las variedades, y que nos hable de un mundo en el que tanto los hombres como las mujeres viven, crecen, crean y asumen responsabilidades juntos para que todos los niños puedan crecer en paz y tener la oportunidad de disfrutar de un desarrollo sano.
Biografía
Tengo cincuenta y cinco años y vivo en el norte de Alemania, donde trabajo como profesora de inglés y de ciencias en una escuela Waldorf desde hace quinze años. Como madre de tres hijos ahora ya mayores, siempre me han encantado los jóvenes y me siento muy agradecida por el hecho de haber encontrado esta profesión, en la que trabajo y
curiosidad forman una combinación perfecta. Lo que inspira mi práctica docente es mi pasión por la lengua inglesa y una profunda admiración hacia la belleza y la riqueza de la naturaleza y los procesos naturales; sentimientos que intento transmitir a mis alumnos. Además, me esfuerzo para, por un lado, mejorar mi capacidad de inspirar y motivar a los jóvenes para que nunca dejen de formarse, para que tomen la iniciativa, se hagan
preguntas y asuman responsabilidades por sí mismos y por los demás, y, por el otro, para
ayudarles a creer y confiar en sus propias capacidades y su potencial. En los cursos de desarrollo profesional intento contagiar a los demás mi entusiasmo por esta profesión tan enriquecedora.
Desde que era muy joven siempre me han interesado las cuestiones de género y me
siento comprometida con el tema, sobre el cual he leído mucho y me he servido de mi propia experiencia de la vida. Todavía hay muchos aspectos injustos en las relaciones entre hombres y mujeres que tenemos que abordar. Sin embargo, también siento que hay cada vez más oportunidades para ver más allá de la polaridad de ser un hombre o una mujer, si nos centramos en los puntos fuertes y los puntos débiles de la masculinidad y la feminidad de cada uno de nosotros, preconizamos un entendimiento del otro y aprovechamos de esta forma la oportunidad de aprender de y con los demás.
Traducido por Alberto Caballero